Um dia de chuva é tão belo como um dia de sol. Ambos existem; cada um como é. Fernando Pessoa

Saudades da Chuva!

Ontem me preparei para receber a chuva.
O céu num azulado anil, o vento pesado, as nuvens bailavam...
Me preparei para a chuva...
imagina gotas gigantes caindo sobre mim, e o frescor que só a chuva que eu espero poderia me dar...
Me vesti para a chuva...
molharia ela todo meu corpo e alma?
Chegaria a chuva até meu coração?

A chuva não veio...
o vento tenebroso, dissipou as nuvens que de anil tornaram-se azuis...
Ela não caiu...
e eu continuo com meu corpo ardendo de saudades...
Nenhuma gota caiu...
E eu continuo sedento... da chuva que não veio...

Me ha dicho el viento, que vienes otras lluvias...
Não sei se consigo mais esperar...
Minha árida vida espera pela chuva redentora...
Pela água que lavará a alma e nutrirá o coração...

Vem chuva, vem...

“Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.

Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas.

Adiós gotas. Adiós.”